Hay una creencia popular, muy extendida entre lo que se autodenominan «viajeros», huyendo así de la etiqueta «turista» (otro día hablaremos de eso) de no acudir a las oficinas de turismo, por no considerarlas necesarias o útiles para sus intereses, porque ellos se organizan los viajes «por libre» y sólo buscan la información necesaria en guías de viaje, foros y blogs, buscando lo alternativo, hasta que llegas a destino y coincides con los mismos mochileros en todos los lugares, porque vais todos haciendo la misma ruta, con la misma guía en la mano, y haciendo las mismas fotos.
En este post vamos a daros todos los motivos que conocemos para que, a partir de ahora, llamar o visitar la oficina de turismo local forme parte de vuestra rutina de organización del viaje, tanto antes como en destino, porque todo son ventajas y beneficios.

- La información es gratis. Sólo por este motivo ya merece la pena acudir a ellas, te ofrecen un servicio sin coste, ¿por qué no aprovecharlo?. Sólo por coger ese mapa que pintarás con el boli, marcando rutas y lugares, escribiendo en los márgenes y que luego será tu mejor recuerdo del viaje, merece la pena.
- La información que dan no es estándar, ni lo típico a visitar. Como todo en la vida, la respuesta que se da depende de la pregunta que se hace. Si quieres visitar lo típico, te darán lo típico. Si buscas alternativas, experiencias más personales o tranquilas, sólo tienes que pedirlo así.
- Y muy relacionada con la anterior: la información es demasiado objetiva. Evidentemente, prima la objetividad, pues las O.T. no tienen intereses en que vayas a uno u otro lugar. Y aunque es cierto que no pueden recomendar lugares, como suele ocurrir en foros y blogs, sí que podemos preguntar cosas muy concretas, hasta dar con la respuesta que buscamos. Un ejemplo. Si queréis un restaurante donde comer el mejor producto, podéis preguntar quién ganó el último concurso gastronómico, y ya tenéis la mejor referencia. Además, ¿nunca os habéis sentido decepcionados por un lugar al que fuisteis tras una recomendación leída en algún sitio? La subjetividad es lo que tiene.
- Nadie como un local para descubrirte los secretos. Esto mejora de manera proporcional cuanto más pequeño es el lugar a visitar. Si las oficinas son locales o municipales, quienes las atienden suelen ser habitantes de la zona, que se conocen al dedillo cada rincón pintoresco, el mejor enclave o la curiosidad más inesperada. Son una mina de información, aprovéchala.
- Te pueden ayudar a organizar tus rutas. Conocen las carreteras, los desvíos y los horarios de todo, así que nadie mejor que ellos para ayudarte a organizar tu jornada, aprovechando el tiempo al máximo, evitando rodeos, esperas, etc.
- En muchos casos, organizan visitas guiadas gratuitas o a precios mínimos. Una buena forma de conocer el lugar de la manera más objetiva, y de la mano de profesionales. En un sector donde prima tanto el intrusismo y donde muchos tours acaban llevándote a comercios y establecimientos, aunque no quieras, porque tienen comisión. Nosotros ya os contamos cómo hicimos una visita guiada gratuita o cómo mejoró nuestra visita por Viena tras descubrir las entradas combinadas a museos que no aparecían en ninguna guía o la posibilidad de visitar Bratislava, apenas a una hora en tren.
¿Aún sigues pensando que visitar las oficinas de turismo no merece la pena?
Un comentario sobre “Todo lo que una oficina de turismo puede hacer por ti, viajero.”