A sólo una hora en tren de Viena se encuentra Bratislava. Una excursión de día que veréis anunciada en estaciones de tren (OBB, la compañía austriaca de trenes) y que merece mucho la pena, pues por sólo 16 euros (año 2016) tendréis billete ida y vuelta para conocer una ciudad y un país que, siendo sinceros, no entra en los planes de muchos viajeros.
Nada más llegar a la estación, un gran cartel nos anuncia el país que pisamos. Y menos mal, porque al salir a la calle uno tiene la sensación de haber retrocedido en el tiempo décadas atrás. La estación de tren se encuentra en una zona ampliada de la ciudad, y mantiene intacto su aire soviético y racionalista durante toda la avenida que recorreréis hasta llegar al centro. Aunque resulta interesante adentrarse en el patio de la Universidad, detenerse ante las estatuas socialistas o ver pasar antiguos buses urbanos, hoy reconvertidos en turísticos.
El centro de la ciudad es tan adorable como se espera de una ciudad centroeuropea. Pasear y callejear es un gustazo para los amantes de los detalles y la fotografia. Muy recomendable es visitar la cripta de la catedral, conservada como pocas, y entrar a cualquier pastelería o chocolatería, donde darse un capricho por mucho menos precio que en la vecina Viena. O subir al castillo ( reconstruido) por las vistas, especialmente por construcciones como puentes, avenidas o edificios de la época socialista, que vistos desde la perspectiva, lucen toda su grandiosidad. Y por la moneda no os preocupéis, se paga en euros.
Sí todavía no os he convencido, aquí está el enlace a su página de turismo. Para morir de amor con sus fotos. Página web de promoción turística de Bratislava
Que BELLO es COMPARTIR la VIDA con tu VERDADERO AMOR.
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