Es muy fácil que hayas visto algún megalito, incluso sin buscarlo, y que la falta de información no te haya permitido comprender lo que estabas viendo, a nosotros nos ha pasado. Suelen ser restos aislados, inconexos con el resto de la historia, y muchas veces rebautizados con nombres religiosos o legendarios, lo que aún confunde más. Un caso típico sería algo así:
Y claro, no entiendes nada. Y es una pena, porque aún sin saberlo, uno se encuentra ante centros o construcciones religiosas o rituales, muchas veces contemporáneas de otras más famosas y ostentosas, como las pirámides egipcias, que nos hablan de nosotros mismos justo antes de la aparición de la escritura (o si la hubo, no nos ha llegado nada) y es un tema que atrapa, incluso a quienes no les interesa la historia, por resultar enclaves especiales, con «energía». Así que en este post os vamos a contar el «máster» que hemos hecho en la materia durante nuestra estancia en Bretaña. Nunca más volveremos a ver una piedra grande y la ignoraremos, palabra.
Las islas británicas y la península bretona francesa son la zona con mayor concentración de construciones megalíticas del mundo. De hecho, sus denominaciones son palabras del idioma bretón: menhir (maen-hir, piedra larga) y dolmen (mesa de piedra). Aunque se desconoce el significado exacto de su simbología o lo que representaban, resulta evidente que existen diferentes tipologías y modelos constructivos, quea su vez reponden a diferentes usos: astronómico en el caso de los menhires (suelen coincidir con el cielo de los solsticios y equinoccios), ritual- ceremonial (los alineamientos o círculos de menhires) y funerario (galerías o corredores, para enterramientos colectivos).
Esto suele sorprender a la gente, porque tendemos a pensar erróneamente que la prehistoria (periodo de la historia del que no se conocen o no hay documentos escritos) y todos sus diferentes periodos se resumen en que el hombre prehistórico era algó más parecido a un simio que al hombre actual y que siempre vivió en cuevas, cuando hace 5000 ó 6000 años ya exisitían sociedades organizadas y complejas, que cultivaban la tierra, conocían los ciclos naturales y tenía religión y manifestaciones artísticas (es decir, pensamiento abstracto y complejo).
Así, en la época neolítica, diferentes zonas británicas y bretonas, junto con el suroeste de la península ibérica, darían lugar al nacimiento de cientos de construcciones en piedra de gran tamaño ( del latín, mega-lito), destacando la región de Bretaña por su cantidad y complejidad. Aún queda por demostrar si estas zonas estaban conectadas entre sí de alguna manera, pero lo parece.
Aunque la zona megalítica más conocida de Bretaña es la costa de Morbihan, al sur, donde se encuentra el famoso alineamiento de Carnac, nosotros recorrimos el norte y centro de la península bretona, donde las construcciones son algo más tardías (IV milenio a.C.) y complejas, dando lugar a la aparición de cámaras, galerías y corredores. Vamos a presentarlos desde lo más sencillo, un menhir, a lo más complejo, un conjunto variado de construcciones, en este minicurso de megalitismo para principiantes.
Menhir de Champ-Dolent (Dol de Bretagne). Con sus 9,5 m de altura y casi 9m de circunferencia, es uno de los menhires más importantes de Europa. Históricamente conocido, nombrado en crónicas medievales, y escenario de leyendas de todo tipo, como la que cuenta que con cada muerte injusta el menhir se introduce, de manera imperceptible, un poco más en la tierra, hasta llegar a desaparacer, lo que supondría el fin de la humanidad. Está declarado Monumento Histórico.
Alineamiento de menhires de Monteneuf (arqueositio de Broceliande). Descubiertos hace apenas 40 años, tras un incendio forestal que arrasó la zona, Monteneuf presenta un buen conjunto de menhires en alineación, además de un dolmen caído y señales de haber sido zona de extracción y trabajo de las piedras hace 5000 años, de ahí su interés arqueológico. Pese a que los menhires se encontraron abatidos en el suelo (solían tumbarse por orden de la iglesia católica), el hallazgo de las fosas intactas permitió volver a levantar la mayoría de ellos. Hoy el área de Monteneuf es un parque arqueológico con alto valor pedagógico, que incluye rutas, demostraciones de cómo se trabajaban los megalitos y de la vida durante el neolítico, un buen lugar donde iniciarse en el megalitismo y la prehistoria si es la primera vez que nos acercamos al tema.
Croix de Saint-Pierre, una cámara funeraria con pasillo de acceso, delimitada por menhires y muro de piedra.
La diferencia de datación entre los enclaves, 3000 años del primero al último construido, así como su variedad y ubicación hacen pensar que el conjunto de Saint Just se trata de un importante lugar de culto religioso del periodo final prehistórico, casi nada.
Por supuesto, hay muchos lugares más, especialmente en la zona costera del sur de Bretaña, donde es posible visitar construcciones megalíticas con grabados interiores (¿una primera representación artística?), aislados en islas remotas o semi-sumergidos, por el actual crecimiento del nivel del mar. El megalitismo resulta fascinante, no sólo por su carácter ritual o simbólico, sino por toda la información que todavía no tenemos, y que las investigaciones arqueológicas van desvelando… Si vas a visitar la zona, o si te interesa el tema, te recomendamos estos dos blogs franceses: Musardise y Megalito .
Y a ti, ¿también te gustan las piedras?.