Queremos hacer varias entradas sobre organización de viajes e intendencia, y teníamos claro que este sería el primer tema a abordar. Cuando empezamos a organizar nuestro gran viaje (de eso hablaremos otro día) la cuestión económica fue lo primero que buscamos en otros blogs. Y es cierto que cuesta encontrar información detallada, especialmente en lo que a dinero se refiere, así que vamos a intentar resolverlo.
Lo primero, ¿cuánto cuesta un viaje? Pues es una pregunta tan relativa como difícil de contestar. Nosotros nos lo solemos plantear al revés: tenemos «X» dinero, ¿cómo hacemos el viaje que queremos con eso? Y a partir de ahí, nos ponemos a trabajar:
Hemos pagado 900 euros por una semana de crucero por el Nilo, dos personas, vuelos y hoteles incluidos, por ir a Egipto cuando dejó de estar de moda.
Hemos pagado 500 euros por ir y volver a Cerdeña en ferry, los dos y el coche, incluyendo el hotel de toda una semana, por haber cogido una oferta que no buscábamos.
Pagamos 90 euros por tres noches en Navidad, en una habitación doble en Bilbao, en un lugar encantador del centro, sólo porque su categoría era «pensión».
Hemos hecho viajes a coste casi cero visitando amigos y familiares en cualquier rincón donde estén.
Hemos empleado 1.800 euros para estar seis semanas recorriendo México los dos, cogiendo autobuses para movernos y teniendo en cuenta que casi 1/3 del presupuesto fueron las entradas a zonas arqueológicas (para nosotros eran imprescindibles)
Y como todo en la vida, hemos conocido a gente que pagó mucho más y quien pagó mucho (pero mucho) menos por hacer lo mismo. Cada uno establece sus límites y prioridades. Pero algo es evidente, todos necesitamos tener un dinero para hacerlo. Y ¿de dónde sale? Para nosotros la fórmula es ahorro + viajar barato. Y hoy hablaremos de la primera parte, del ahorro.
Aprender a vivir con menos, con lo realmente necesario, te será muy útil en tu día a día, pero también a la hora de hacer la mochila/maleta y viajar sin lastres. Aquí nos gustaría hacer un inciso. Ahorrar no debería ser algo excepcional, sino que es una pauta, una forma de vida, en un mundo tan consumista. Realmente, no necesitamos todo lo que nos rodea, nuestras posesiones nos poseen y dominan nuestro tiempo y espacio. Y todo esto nos lleva a otro punto, el del minimalismo o decrecimiento; aunque no tenemos sitio hoy para hablar de ello, prometemos hacerlo más adelante. Mientras, os dejamos algunos blogs que hablan del tema y que a nosotros nos han ayudado mucho: no quiero otro pijama, minimo blog. Y queremos citar también a un gran e injustamente desconocido: el lonchafinismo. Toda una filosofía de vida, con mucha ironía pero con consejos muy útiles, que nació en el foro infoburbuja.
Seguimos. Aunque creas que ganas poco y que no puedes ahorrar, te demostramos que no es cierto con un sencillo ejemplo: coge un bote o hucha y échale 20 euros cada semana, como una rutina fija, pase lo que pase. 52 semanas después, tendrás 1.040 euros, más que suficiente para hacer un viaje barato de dos semanas, como poco. Si a esto le añades las propinas de las abuelas, las monedas de dos euros que caigan en vuestras manos (conocida como hucha «Pam2») y cualquier otro ingreso extra, ya tienes un buen fondo para dedicarlo a viajar sin que haya supuesto un roto en tu bolsillo.
Evita los grandes gastos, todo el dinero que no gastas es tu ahorro. Se acabó eso de fundir toda tu paga extra en compras. En casa, pasad al amigo invisible para navidades y cumpleaños, un solo regalo, pero de calidad. Y lo mismo aplicado a los eventos familiares o con amigos. Haced la cena entre todos, cada uno que aporte algo. Es mucho más económico, menos paliza para quien cocina y se aprecia y valora más todo lo que se comparte.
Vende lo que no necesites y recompra lo que te haga falta en comercios alternativos. La segunda mano nunca estuvo tan de moda, ni demostró ser tan útil.
Lo bueno es que, como todos los hábitos, ahorrar acaba siendo una costumbre natural, y ya no cuesta esfuerzo. Por eso una vez que lo hayas hecho por primera vez, podrás seguir haciéndolo, y cada vez mejor. Cuanto menos consumas menos necesitarás, y menos gastarás. Es como una rueda. Si a esto le añadimos todos los consejos para viajar barato de la próxima entrada , ya tenemos la fórmula para llegar todo lo lejos que queramos, gastando lo mínimo posible.